Dijimos en el episodio anterior en la historia de Signia que después de la bancarrota y el desmembramiento de Gatic SA, el licenciatario histórico de Adidas en el país y el creador de la marca Signia, que finalmente permaneció con sus tres Las principales fábricas eran un empresario argentino, Guillermo Gotelli, ex ejecutivo del mayor competidor histórico de Gatic: la fábrica de alpargatas argentinas.
Un negocio fabuloso para los nuevos propietarios, sin duda.
Indular Manufacturas S.A., la compañía que permaneció con las principales fábricas de Gatic en diciembre de 2004, solo retuvo los derechos de la marca Signia. Las otras marcas de Gatic Creek fueron adquiridas por otras compañías o simplemente dejaron de producirse en el país. A partir de este momento, Signia entra en una especie de letargo. La prioridad de Indular era restablecer los canales de producción y comercialización, principalmente el calzado (que en última instancia es la mayor fuente de ingresos para las marcas deportivas). Se podría decir que estos objetivos principales se lograron, pero la presión inicial dada a Signia por sus nuevos propietarios fue decididamente modesta. Las enormes fábricas apenas funcionaban a medias. Aunque se mantuvo el acuerdo con Marcelo Tinelli y su club de voleibol en Bolívar, todos los contratos con los equipos de fútbol se perdieron durante el proceso de quiebra y, en los primeros dos años, Indular no lo hizo. no ha mostrado interés en salir a competir en el mercado nuevamente. .
Peut-être, en perspective, qu’une stratégie aussi prudente avait sa raison d’être. Après tout, le peuple indulaire n’était pas naïf: il savait que, dans un pays aussi instable que l’Argentine, il ne fallait jamais tenir pour acquis que quelque chose qui avait été réalisé si facilement pouvait être préservé. En leur faveur, on pourrait dire que bon nombre des blessures de la dernière grande crise étaient en train de guérir, et le marché local n’était pas non plus prêt à jeter du beurre au plafond. Aucun homme d’affaires national n’était très disposé à investir massivement dans le secteur de la chaussure et de l’habillement.
Malgré cela, déjà au second semestre 2006, Signia est revenu donner le présent dans le football argentin et a signé des accords avec deux clubs, pas les plus importants mais avec une présence en premier: Argentinos Juniors et Gimnasia y Esgrima, de Jujuy. L’année suivante, Signia s’est également arrangée avec Belgrano, de Cordoue et avec Lanús. Ce dernier club a donné la plus grande satisfaction à la marque, puisque Signia est revenu sur la scène internationale avec le différend de la Copa Sudamericana 2007
Mais bien sûr, les affaires sont les affaires, et certaines offres sont impossibles à rejeter. Dans le cadre d’une nouvelle vague d’investissements brésiliens sur le marché argentin, le 4 juillet 2007, la société Indular a été rachetée par Vulcabras S.A., membre du gigantesque groupe industriel Grendene. En d’autres termes, Signia était passée entre les mains du Brésil pour la première fois. Vulcabras a déboursé pas moins de 27 millions de dollars uniquement pour l’usine Coronel Suárez. Rappelons que Gotelli et ses partenaires n’avaient payé que 12 millions de pesos pour trois usines. Même en actualisant ce qu’ils auront sûrement investi dans le démarrage et la modernisation de ces usines, la différence monétaire qu’ils ont prise en seulement deux ans et demi est impressionnante.
Inicialmente, los propietarios brasileños de Signia lo mantuvieron e incluso lo promovieron, pero pronto se hizo evidente que tenían otros planes. Vulcabras, además de tener la licencia de calzado Reebok para el gran mercado brasileño, también era propietaria de Olympikus, una marca conocida en su país pero dedicada principalmente al voleibol. Poco después del desembarco de Vulcabras en Argentina, su empresa matriz decidió transformar Olympikus en una marca internacional líder, y para eso, se preparó para ingresar al mercado del fútbol, primero en Brasil e inmediatamente después. en Argentina. Para empezar, no salían con niñas pequeñas: a finales de 2008, arrebataron el contrato de Nike para vestir a Flamengo, nada menos.
Así termina esta larga y detallada historia de la marca Signia, una historia que ha servido como una excusa ideal para tratar de comprender mejor el complicado funcionamiento de la industria y el mercado deportivo argentino en los últimos 15 años. Después de tantos lanzamientos y relanzamientos, después de controversias, proyectos fallidos y cambios de manos, pudimos ver en Signia el símbolo perfecto del destino de las marcas nacionales. En los próximos años, podremos ver si Signia logra ocupar un lugar de cierta importancia a nivel local y regional o si se limita a su posición actual, cómoda y estable, aunque más bien marginal.